A los sueños hay que ponerles nombre. Y yo, al mío, he decidido llamarlo Quinuituq. Quinuituq es mi próximo proyecto viajero y fotográfico. Un largo viaje alrededor del mundo, con el que intentaré conocer, mostrar y adentrarme en la naturaleza más hermosa y amenazada del planeta.

Pero, ¿realmente, qué significa esta palabra? Quinuituq es un término inuit que se utiliza para designar «la paciencia profunda pero con estado de alerta». Para mí, describe perfectamente la fotografía de naturaleza. La observación atenta. Y, obviamente, tiene también un fuerte vínculo con el Ártico. Uno de los rincones del planeta que más me atrae. Y también uno de los territorios más frágiles y donde se están notando más los efectos del cambio climático.

A partir de ahora, para mí, Quinuituq será mucho más que eso.

Quinuituq será un viaje indefinido, que comenzaré el próximo 4 de febrero de 2023. Volaré hacia Uganda. Y luego iré construyendo el recorrido paso a paso. Ya tengo un itinerario inicial más o menos claro, pero prefiero hablar del viaje a medida que sea real.

Este proyecto será una oportunidad para dedicar mi energía en hacer dos cosas que me apasionan: viajar y la fotografía. No busco dar la vuelta al mundo (en el sentido estricto del concepto), ni ser quien hace las aventuras más atrevidas y extremas, o el que viaja más barato. No sé cuánto tiempo va a durar la aventura. Y prefiero no imponerme nada. Hacer un viaje así también implica renunciar a muchas cosas, y a menudo se me hace una montaña pensar a largo plazo. Se me hace imposible imaginarme y creer que voy a ser capaz de hacerlo todo.

No sé qué recorrido acabaré haciendo. Ni si va a ser un viaje sin interrupciones o necesitaré hacer alguna pausa para recuperar fuerzas. Sólo sé que quiero viajar como a mí me gusta. Intentando respetar el medio ambiente lo máximo posible, dedicando tiempo a observar espacios naturales y fotografiando los instantes mágicos que tenga la suerte de vivir.

Me emociono pensando que podré pasar semanas haciendo safaris. Que me esperan trekkings entre algunas de las montañas más icónicas del planeta. O que, si supero mis miedos, podré nadar en el océano entre ballenas y delfines.

Para mí Quinuituq serán días de mucha pasión y emoción. En la que viviré sin rutinas y podré dedicarme a fotografiar animales salvajes, paisajes inverosímiles y culturas de todo el mundo. Sin prisas. Intensamente.

Y no sólo me motiva vivir la experiencia. Si no también contarla y que pueda tener un impacto. Por pequeño que sea. Creo firmamente en el poder transformador de los viajes. Por eso el blog de viajes y las fotografías que pueda hacer durante la ruta tendrán un papel fundamental.